Arim recordó que “la Universidad de la República hace ya más de una década viene desarrollando una estrategia de descentralización que tiene algunos componentes centrales que están vinculados con la radicación de recursos humanos altamente calificados, la construcción de una infraestructura académica y el diseño de planes de estudio con ofertas educativas que tienen deben ser de excelente calidad.
Hace una década planteamos al gobierno nacional la construcción de cinco centros regionales y en base a los fondos que se votaron en su momento, hemos logrado avanzar en tres y nos ha quedado como materia pendiente el suroeste y centro-sur del país.
Nuestra idea en este quinquenio es avanzar para construir estas infraestructuras de nivel que tienen impacto concreto donde se radican, porque por ejemplo en Tacuarembó hay más de 2 mil estudiantes que se han afincado allí y los propios vecinos decían que antes no había estudiantes universitarios. El sector político de Soriano nos planteó su inquietud en cuanto a carreras universitarias, en esto vienen trabajando los tres diputados y encontramos en el intendente una excelente disposición ya que para que estos centros regionales se instalen debemos tener buenos socios locales que son los gobiernos departamentales, el compromiso del sistema político y el apoyo de diferentes instituciones.
Queremos este año comenzar el proceso de diagnóstico, identificar cuáles serían las áreas temáticas donde sería valioso tener una localización en esta región del país, por lo que vamos a seguir trabajando en todo esto”.
¿Cuáles son los perjuicios que ha generado la pandemia en las carreras universitarias?
“Hay daños diversos y heterogéneos, pero sin dudas que esta situación no sólo se ha dado en Uruguay, sino que también afecta a todo el mundo. La formación universitaria presupone la construcción de comunidad universitaria que integran todos los estudiantes y docentes. Luego está la actividad académica, científica y profesional, cada uno aporta desde lo individual, pero lo que se logra en el plano universitario son esencialmente actividades sociales y esa es la parte que hoy está herida y tiene dificultades. También debemos reconocer que no es la misma circunstancia la que atraviesa la Facultad de Odontología donde se ha restringido mucho la formación clínica, que lo que puede pasar en la Facultad de Ciencias y Administración, donde la presencialidad no es tan necesaria. La realidad de las Facultades de Veterinaria y Agronomía también tiene otra realidad que requiere instalaciones con sistemas biológicos o de Ciencias y Química con sus laboratorios. En algunos casos tenemos algún retraso curricular y en otros, hemos logrado que los estudiantes se desvinculen haciendo desde la UDELAR un esfuerzo enorme y para ello ponemos dos ejemplos muy claros. Este año contratamos 100 mil plataformas digitales Zoom y se la distribuimos a cada estudiante para mitigar el efecto nocivo que pueda tener el trabajo en grupos. Para aquellos que no tenían laptop para conectarse en forma adecuada, construimos una beca y entre el 2020 y el 2021, distribuimos más de 1.200. También estamos firmando un convenio con Antel para llegar con conectividad a aquellos que tienen dificultades. Tenemos una generación 2020 que atravesó casi la mitad de la formación en un contexto de no presencialidad, hay que compensar esa realidad y por eso debemos aprovechar el tiempo que les queda en la Universidad para reconstruir sus vínculos sociales.
Estamos preocupados también por los estudiantes que están culminando el Bachillerato y han transcurrido casi dos años con baja presencialidad en los lugares de estudio y por ello, hemos construido cursos especiales para acompañarlos en el proceso de ingreso a la universidad, por lo que queremos ir migrando hacia la presencialidad sin generar un costo para los estudiantes porque sabemos que muchos del interior volvieron a sus respectivos lugares de origen y desde allí continuaron estudiando y hoy no les podemos pedir, que en dos semanas deben volver a la capital del país”.
Finalmente, el rector manifestó que “un estudiante que egresa de la Universidad de la República es un recurso preciado a nivel internacional y ninguno tiene inconvenientes para realizar un postgrado en cualquier centro. El criterio general es que la formación universitaria uruguaya está dentro de los estándares internacionales y creo que uno de los desafíos que tenemos es lograr que vengan más extranjeros a estudiar a nuestro país, porque genera más riqueza en la formación general”.